Este método, desarrollado por The Nature Conservancy, tiene como finalidad la identificación de un sistema de áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad (denominado Portafolio), en función de preservarla a largo plazo, con el mínimo costo y esfuerzo posible, siendo aplicada como un instrumento para la toma de decisiones en sitios estratégicos; es por ello que ha sido aplicada en grandes proyectos industriales y de planificación para políticas públicas, por ejemplo: (1) Identificación de las prioridades de conservación de la biodiversidad marina y costera en Costa Rica; (2) en áreas operativas de Ecopetrol en el Magdalena medio y llanos orientales colombianos; (3) Identificación de Prioridades de Conservación asociadas a los Ecosistemas de la Fachada Atlántica y a su Biodiversidad; (4) Prioridades de Conservación de PDVSA en la conservación de la biodiversidad en el Caribe Venezolano, con resultados exitosos.
Siguiendo esta metodología, se caracterizó el sistema de cuencas hidrográficas en la FPO definiendo un total de 53 cuencas hidrográficas, cuyos ejes de drenaje son afluentes directos del río Orinoco, 119 sub cuencas y 3.640 unidades hidrográficas de análisis (UHA). Posteriormente se evaluó el rol que cada una de las UHA cumplen en cuanto a la conectividad longitudinal (ejes de drenaje y el flujo de energía) y la conectividad lateral, producida por el fenómeno estacional asociado a la inundación del río Orinoco, ambas relacionadas íntimamente con el flujo de energía y las migraciones de las especies.
En los resultados obtenidos, uno de los más interesantes es la selección de un conjunto representativo de especies y ecosistemas de importancia para la conservación en la FPO, los cuales aseguran la representatividad de la biodiversidad, conectividad, flujo de energía y la continuidad de los servicios ambientales en el tiempo.
Con base a lo anterior se seleccionaron 4 especies de mamíferos, 3 de reptiles, 4 de aves, la valoración por cuencas hidrográficas de sus características ecológicas, asociadas a la ictiofauna (peces) y 8 ecosistemas. De igual manera, se seleccionaron y caracterizaron las principales amenazas con base en la información disponible, para un total de 25 actividades humanas capaces de degradar el ambiente y la biodiversidad, incluidas las relacionadas con la actividad petrolera, y el cambio climático; donde éstas, al igual que las especies y ecosistemas prioritarios, fueron validados y ponderados por un grupo de expertos de diferentes áreas del conocimiento y pertenecientes a diversas instituciones a nivel nacional.
Toda esta información permitió caracterizar hábitats potenciales y construir indicadores de importancia ecológica, del estado de conservación de los ecosistemas y de amenazas, con los cuales se definieron criterios para la selección de las áreas prioritarias para la conservación en la FPO; donde al ser la planificación ecorregional un instrumento para la toma de decisiones, los resultados obtenidos permitieron definir un conjunto de estrategias para la conservación y el manejo, que deben tender a garantizar la permanencia de la diversidad a largo plazo.